jueves, 29 de noviembre de 2012

LA BASURA PONE EN JAQUE A LA CIUDAD DE RAFAEL CASTILLO


La Comisión Normalizadora viene denunciando desde que asumió la dirección y administración de la “Sociedad de Fomento Carlos Casares y Jardín de Infantes Eulalia Delfino”, allá por agosto del presente año, al micro basural que se ha instalado en la intersección de las calles José Bernaldes Polledo y Juan Jofre a escasos 50 metros de nuestra sede social. Este basural que ha dejado de ser micro, amenaza con salirse de control avanzando primero sobre la cuneta, luego la vereda y por ultimo cortando literalmente la calle Juan Jofre. A pesar de los esfuerzos realizados por vecinos, socios y miembros de la delegación municipal de Rafael Castillo, el mismo sigue instalado resistiendo las constantes limpiezas que brindan los empleados municipales.
Según denuncian vecinos del lugar, el basural se alimenta por desechos que arrojan tanto automovilistas, como los denominados carreros, que con la excusa de que están trabajando vuelcan el contenido de sus carros en el lugar. Con solo echar un vistazo podemos observar, cajones vacios de pollo, cartones, latas, cubiertas de autos, animales muertos, desechos de verdulerías, vidrios rotos, escombros, plásticos, bolsas, ramas, la descripción no es taxativa ya que la lista puede ser interminable.
Desde nuestra Entidad se han cursado una serie de notas a la Delegación Municipal reclamando una urgente solución al problema. Pero todo resultó insuficiente, recién durante el mes de noviembre y a partir de asumir las nuevas autoridades de la delegación parece instalarse la firme convicción del Delegado Municipal Miguel Ángel Leiva de terminar con este y otros similares que se distribuyen a lo largo y ancho de la ciudad, como lo son el basural ubicado en Santa Cruz y Carlos Casares; el de Victorino de la Plaza y Augusto Bravard; el ya nombrado de José Bernaldes Polledo y Juan Jofre y uno que se levanta en Carlos Casares a la altura del Parque Juan Grande.
Con respecto al basural lindero a nuestro predio podemos agregar que si bien se aumento la frecuencia de limpieza a dos veces por semana, esto parece insuficiente. El problema se agravo a partir de la erradicación del basural de Polledo y las vías del ferrocarril, lo cual se logro a partir de cerrar el espacio público con un cerco perimetral, solución esta inaplicable en nuestro caso ya estaríamos cortando la calle Juan Jofre. Los desaprensivos automovilistas y transeúntes que antes tiraban sus residuos en las vías eligieron la poco transitable esquina de Polledo y Jofre para depositar ahí sus residuos. Desde la Sociedad de Fomento se propuso la Instalación de un Conteiner para colaborar con la contención de los desperdicios, pero desde la delegación nos comunicaron que era improbable, ya que la empresa proveedora del servicio Martin & Martin aduce que los mismos son incendiados sistemáticamente y estos incendios reducen la vida útil de los contenedores en forma considerable. También se propuso la colocación de una consigna policial para desalentar este tipo de práctica delictiva, desde la Delegación contestaron que van a reunir con las autoridades policiales para evaluar la propuesta.
Independientemente de la medida que se tome, consideramos necesario picar el cordón de la calle José Bernaldes Polledo a la altura de la intersección con la calle Juan Jofre, ya que cuando se asfalto la primer arteria omitieron dejar el cruce de calles, con esto se posibilitaría el aumento del flujo vehicular por la calle Juan Jofre. El delegado sostuvo además que la citada esquina deberá ser desbarrada y entoscada para posibilitar su normal uso en días de lluvia.
A pesar de los esfuerzos, el problema aún sigue sin solución. Tanto alumnos como docentes del jardín deben caminar más de tres cuadras para esquivar dicho basural, lo mismo hacen socios y niños que concurren a la sociedad para la práctica de actividades deportivas. El basural trae aparejados no solo posibles problemas de salud derivados de la proliferación de moscas y roedores, también representan un problema de inseguridad. Pilas de ramas no solo impiden el paso y la visión de automovilistas y peatones, sino que sirven de refugio y escondite a posibles ladrones y arrebatadores.
Mientras tanto, el barrio Carlos Casares y la ciudad toda espera una solución al tema de la basura y le pone unas fichas a esta nueva gestión que recién arranca ojala no nos decepcionen.
                                                                                     EQUIPO CARLOS CASARES

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